Algunos lo llaman casualidad, otros destino... Hablo de esos hechos que parecen cotidianos pero realmente te cambian la vida. Como la gente que pierde un vuelo por quedarse dormido y finalmente el avión que perdieron sufre un accidente. No obstante tampoco me referiré a algo tan trágico. Me gusta ver el lado bueno de las cosas, siempre que el malo no afecte de esa manera. Hoy me refiero a esos encuentros que parecen de película. Si, la típica película donde después de varios sucesos absurdos chico y chica coinciden en un determinado punto que los hace ver que son el uno para el otro. Si bien la historia parece bonita, la realidad se dista un poco de la ficción. El argumento base si es solido, siempre eres una persona puntual; salvo que un día pierdes un tren, pillas un semáforo... Y justo ese día que vas sudando, con la lengua fuera, el corazón que se te va a salir del pecho y maldiciendo al universo por estar en tu contra haciendo que llegues más de media hora tarde a t